domingo, 8 de marzo de 2009

El patio de mi casa



El patio de mi casa no es particular. Es como los demás, cuando llueve se moja... Además suele ser un remanso de paz caracterizado por su alegre colorido de macetas por aquí, macetones por allá... geranios, jazmín, pilistras, colocacias, cactus, margaritas, galán de noche, la palmera, la costilla, aureolas, begonias, helechos, kentias, cintas... Unas a la sombra del limonero, otras del naranjo, y otras colgadas de anillas a la medida. Sobre el brocal del pozo también duermen otras.
El patio es un estado de calma, sosiego, quietud..., si acaso roto por el canto de un canario que llama a la reja enjaulada de algún idilio temporero.
Le visita todos los días Julia. Muy lentamente lo cruza hasta desaparecer entre las macetas sin molestar a nadie.
Por él descansa la fatiga.
Antesala de la cuadra in memoriam.
Lugar de juegos, tertulias familiares, sueños, ideas que se vierten en tardes de verano donde el tiempo parece detenerse junto con la noche.
Recuerdos, muchos recuerdos. Desde la primera llegada de un chiriveje, pasando la infancia, juegos, fotogramas de comunión, quintos, bodas, último viaje... Y así pasa la vida por mi patio.
El patio de mi casa sigue siendo como los demás.

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