Jorge Manrique, Espronceda, Eugenio Frutos, Ángel Campos... la poesía protagonista de la Velada

Cuando la música inició la primera Velada Literaria de la asociación cultural Luis Chamizo y comenzaron a escucharse los primeros versos fuertes de las Coplas a la muerte del padre de Jorge Manrique, me estremecí sobremanera y un escalofrío me corrió todo el cuerpo. Aunque se colara precipitadamente el figurante mi presagio era que todo saldría bien. Teníamos muchas cartas bajo la manga y algunos recursos que tapar por fallos. Confiaba plenamente en el equipo de asociados y amistades que desinteresadamente se prestó al proyecto.
Comenzaban a subir los lectores infantes. Violeta bordó a Espronceda interpretando la Canción del pirata por los consejos continuos de su madre, Jaime nos sorprendió a todos con su temple y su voz puesta a tono en su redacción de amigos, Ana imaginativamente nos trasladó a la habitación de Adrián y nos metió de cuerpo entero en su obra, Josebel hizo dos cantos de belleza poética hacia Eugenio Frutos y a su profesor Ángel Campos, José le vino bien el relax de Alange para elegir el decálogo de Víctor Infantes y transmitir a todos los presentes el acierto de leer libros, y Nemesio nos transmitió sus coplas poéticas navideñas y sus poemas dedicados con toda su religiosidad, fe que le envarga y le pone versos como Dios manda.
Todavía mi piel estaba a cien pero más tranquilo. Y estallé de júbilo interno, sin exteriorizar nada, cuando el figurante se levantó, se dirigió a la percha, cogió su capa, su sombrero, se dirigió de nuevo a la mesa, tomó la palmatoria y se marchó mutis por el foro mientras Manrique acertaba cómo estamos en la vida y cómo descansamos al final.
Gracias Virilo por ir pulsando a tiempo tus imágenes, y gracias Fran porque te gustara la Velada a medida que estabas atento a pinchar el tema musical elegido. Perdona Eugenio por haberte robado tus imágenes. Gracias. Pedro Fernández.