domingo, 30 de noviembre de 2008

Iª Velada Literaria de la asociación cultural Luis Chamizo



Está usted invitado a la primera Velada Literaria de la asociación cultural Luis Chamizo, de Guareña, que tendrá lugar el sábado 13 de diciembre de 2008, a las 19'00 horas, en el salón de actos de la Casa de la Cultura de Guareña. Habrá lecturas, imágenes, música y poesía, mucha poesía. Intervendrán unas 10 personas que se han prestado voluntariamente a colaborar en este acto de calado cultural totalmente. Dos controlarán los efectos de luces, sonido e imágenes. Será el técnico y locutor de radio Guareña, Fran Muñoz; y en imágenes, Virilo Naharro. Para las lecturas estarán: Violeta Pino Pajuelo, una niña de 6 años que interpretará la "Canción del pirata" en homenaje a José de Espronceda; Jaime Ruiz Ayuso, un niño de 10 años, que leerá su redacción "Yo tengo mil amigos"; Ana Rodríguez Garrido, de 11 años, leerá su historia de "Adrián y la imaginación perdida"; Josebel Gallardo Gutiérrez, leerá a Eugenio Frutos y a Ángel Campos Pámpano, con "Movimiento de amor" y "Siquiera Este Refugio", respectivamente; José Trenado Molina, leerá el "Decálogo de bibliofilia extremeña" de Víctor Infantes; y finalizará Nemesio E. Montero Monago, el poeta guareñés afincado en Madrid que nos presentará su próximo libro "En el chozo de la noria", poemas de Navidad (recopilación de versos, villancicos, romances y letrillas, especialmente de Extremadura) y la segunda parte del trabajo con poemas dedicados (recopilación de apuntes, cantos y versos chilenos, de Peñíscola, de Extremadura y de Sierra de Madrid). Presentará la Velada, la periodista Maribel Lozano Capote.
Esperemos les guste en un ambiente relajado, musical, poético...

Fernando de Rojas no escribió La Celestina



Lo que siempre hemos aprendido de estudiante, que uno de los autores más relevantes de la literatura universal, Fernando de Rojas, autor de La Celestina, ahora resulta que nos lo ponen en duda, y que no es el autor de la famosa tragicomedia de Calixto y Melibea, según Víctor Infantes.
El Catedrático de Literatura Española de la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto la caligrafía de Fernando de Rojas en un hallazgo de una biblioteca privada. "Se trata de un breve impreso legislativo titulado Las Cortes de Toledo. Del año de mil quinientos y veynte y cinco años, impreso en Burgos en 1526, cuya posesión en manos de un abogado como era Fernando de Rojas se relaciona temáticamente con los otros volúmenes de derecho que poseía", señala el especialista en cultura del Siglo de Oro. En algunas de sus 22 hojas sin encuadernar, se encuentran diferentes anotaciones manuscritas en los márgenes, atribuidos a Fernando de Rojas. "Dado que no se conserva ninguna muestra de escritura, ni siquiera una firma del controvertido autor de La Celestina, la aparición de este ejemplar, que milagrosamente ha logrado sobrevivir hasta nuestros días, da testimonio de la letra de su propietario, recuperando así la desconocida caligrafía de Fernando de Rojas", indica el profesor Infantes.
El descubrimiento es el resultado de una investigación sobre "El inventario" de los libros de Rojas, realizado a su muerte en Talavera de la Reina en 1541. El autor tenía 2 grupos de libros: los de literatura y los de derecho, unos 40 en cada grupo. Los primeros, parece ser que se los dejó a su mujer, y los segundos a su hijo, también abogado.
El profesor Víctor Infantes ha publicado también recientemente un documentado estudio bibliográfico sobre las primeras ediciones de La Celestina, opinando que Fernando de Rojas no fue realmente su autor. "De Fernando de Rojas sabemos bastantes cosas: que estudió en Salamanca, que fue abogado, alcalde de Talavera de la Reina, que al morir tenía una pequeña fortuna, su inventario, los cargos que ocupó... Pero eso no implica que escribiera La Celestina y esto llama mucho la atención, porque cuando murió Rojas, en 1541, había 32 ediciones de esta obra. Lo lógico, si era el autor, es que, al menos, tuviera una. Pero no es así", asegura Infantes.
Faltaría más que ahora viniera otro erudito, entendido en la materia, y nos dijera que Cervantes no escribió El Quijote, que Shakespeare no es el autor de Romeo y Julieta, y que Luis Chamizo se encontró los versos de El miajón de los castúos fechados en 1893.
A veces lo aprendido nos toca volver aprenderlo de nuevo.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Muere el embajador de la cultura portuguesa, el poeta Ángel Campos Pámpano


La asociación cultural Luis Chamizo lamenta profundamente la muerte de un gran hombre de la cultura extremeña, el poeta Ángel Campos Pámpano, el mejor embajador de la cultura portuguesa. Le recordamos desde hace 25 años. Ángel entró en Guareña teniendo su primer destino fijo como docente en el curso 1983/84, quiso el destino que en ese mismo curso naciera esta asociación. Años posteriores llegó a tomar la dirección del Centro y en varias ocasiones mantuvimos contacto con él. Pronto nos dimos cuenta que era un profesor distinto del resto. Abrió las puertas del Instituto para que, en conferencias y charlas con poetas que invitaba (recuérdese el encuentro con Manuel Pacheco, también con Juan Manuez Rozas...), pudiera entrar todo aquel interesado en ese tipo de actos. En el curso 85/86, semana cultural, un 8 de mayo, se conmemoraban los 50 años de la muerte de Lorca, y a Ángel le gustó la entrevista que un grupo de sus alumnos imaginaron hacer al poeta granadino que tanto admiraba por aquél entonces. Ángel revolucionaba la cultura en el Eugenio Frutos. Deberían hacer un homenaje desde este Centro al gran profesor, director y poeta.
La asociación Luis Chamizo le invitamos años después a unas lecturas suyas en compañía de su buen amigo Luis Arroyo. Todavía recordamos aquella noche en la que se fue encantado de Guareña y cómo le tratamos, dijo. Siempre le gustó la gente de Guareña, manifestó. Ahora nos deja mudo, sorprendidos quedamos de la noticia. Ha muerto a los 51 años, producto de una grave enfermedad. Cuando mejor estaba. En plena madurez de llevar a cabo numerosos proyectos culturales, libros, conferencias, traducciones, etc.
En uno de los blog de amigos suyo, Ángel lamentaba la muerte de Ramiro Fonte: "Volver del campo, sin internet. Llegar a casa y toparse con esto es bien doloroso. Pasamos horas en Lisboa hablando de poesía, de Pessoa, de las ediciones de bibliófilos que encuentro en el Chiado. Es injusto. La muerte es siempre injusta y traicionera", decía. Al final él no consiguió superar una operación quirúrgica el pasado lunes 24, debido a un tumor que le fue detectado hace apenas unas semanas. Fue una especie de embajador de la cultura portuguesa, gran profesor, poeta y mejor persona. Lo más sensato en estos momentos sería repetir las mismas palabras que él dejó escritas sobre el poeta gallego. Nosotros le deseamos Sit tibi terra levis (que la tierra le sea leve).

sábado, 1 de noviembre de 2008

Por Los Santos, recuerdo a la Campanera



En vísperas de Todos los Santos la señora Antonia López Rodríguez, más conocida por la campanera (derivado el sobrenombre de su actividad por tocar las campanas de la iglesia de Santa María de Guareña), desde bien temprano preparaba las migas para los monaguillos (6 de la mañana). Gran jolgorio y alegría entre ellos, además de satisfacción, cuando al subir a la torre se encontraban a la campanera con la lumbre hecha y dando vueltas a las migas en un gran caldero. Allí mismo, rodeados por las campanas gordas de Santa María, testigos de aquellas mañanas frías de invierno, los monaguillos disfrutaban de unas suculentas migas y se ponían hasta los ojos, según cuenta Isabel, hija de la campanera. Era el pistoletazo de salida para que en las casas de Guareña comenzaran a comerse migas ya para todo el invierno.
Bautizos, comuniones, bodas, entierros, misas..., siempre estaba al quite la campanera. Subía a la torre las veces que hiciera falta, hasta 5 veces al día sube que te baja. Obtenía ingresos de la voluntad de los fieles y del cura. Mujer de gran naturaleza física, alta, fuerte... Desde los 15 años hasta los 90, aproximadamente, subiendo y bajando los peldaños duros de la escalera de la torre. En los últimos años sus piernas ya no respondían con la fuerza de otros tiempos y tuvieron que ponerle una soga desde el badajo de las campanas hasta su ventana de casa, con tal de seguir tocando. En otros tiempos se atrevió sola voltear las campanas de la torre. Murió con 99 años.
La campanera bien merece el recuerdo de sus paisanos de Guareña por los muchos años de servicio avisando de los acontecimientos religiosos en Santa María. Gracias campanera por tu sacrificio y tus años de citarnos a misa y doblar las campanas en agonía por tantos vecinos que se fueron. Gracias Antonia y quede el recuerdo de esta asociación cultural hacia tí en la globosfera de la informática.