En la noche de Reyes, unos niños se encontraron al entrar en casa de su abuelita, un cartel colgado de una de las puertas de la sala situada en el primer zaguán de casa. La nota titulaba "Sala mágica de Balthassar", además de estar firmada por Su Majestad, decía lo siguiente: "Los niños Gonzalo, Mercedes, Jaime y Elena, que entren en el interior de esta sala, que a partir de hoy se hará llamar "Sala mágica de Balthassar". En su interior he depositado unos regalos merecidos por vuestras conductas y modales, que deberéis continuar aplicando hasta mi próxima visita. ¡Hasta siempre niños!
¡Ah!, un beso a vuestra abuela, padres, tíos y primos; quererlos siempre, siempre".
A esto los niños abrieron presurosamente las puertas y se encontraron al fondo de la sala dos velas encendidas en una mesita de madera, y a los pies de ésta, los regalos. Por un momento pensaron si el encendido de aquellas velas tenía algo que ver con que Balthassar entrara por la ventana, al ser de noche encendiera aquellas velas de la abuelita porque no viera, y depositó de esa manera los regalos.
Con toda esta historia real y bonita sucedida en una casa normal de Guareña, en cuántas no sucederá lo mismo o algo parecido, se manifiesta la imaginación y la ilusión de unos padres, tíos... por que los Reyes Magos sigan haciendo su trabajo para llenar de felicidad a unos niños con mucha suerte, que se les transmite esta magia que no olvidarán y que ellos continuarán en la misma labor familiar. ¿Quién no tiene un recuerdo de esa noche o a la mañana siguiente Día de Reyes?
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